La rutina se ha vuelto un peso muy grande y a ratos tengo ganas de tomar un poco de ropa, renunciar al trabajo, dejar a los niños viviendo con mis padres e irme a vagar por el mundo, pero cuando pienso en mis dos angelitos sólo lloro de la culpa de tener esos sentimientos.
Mi vida a cambiado mucho, ¿por qué no sonríes como antes?¿por qué tus ojos dejaron de brillar?, son las preguntas que en algunas ocaciones me han hecho personas que son y fueron importantes en algún momento, importantes por que se establecieron ciertos lazos de amistad que te permiten reconocer esas cosas "especiales" en el otro.
Mis angelitos, llenan de travesuras el día a día, me llenan el alma y me dan fuerzas para poder levantarme un día más.
Estoy pasando por una etapa demasiado difícil, creo no poder sobrellevarlo, a veces simplemente tengo ganas de morir.
Siempre me supe una super mujer, con miles de ideas y todo me resultaba, con muchos sueños y anhelos, con muchos amigos, sin embargo hoy me pregunto, ¿qué pasó con esas ideas?, ¿dónde quedaron esos sueños?, ¿por qué ya no hay ni un amigo?... simplemente me alejé de todo.
Siento un dolor en el alma, mi corazón está demasiado herido, herido por el aguante de situaciones desagradables que pensé que de a poquito podría lograr cambiar, al menos lo intenté.
Duele el querer y que no te quieran como lo deseas, tal como dice tu blog "una sonrisa y un beso ayudan bastante", ¿por que nunca me das ese beso ni esa sonrisa?.
Pasan los días y la distancia es mayor, me pregunto cuanto pasará así. A veces creo tener un corazón de piedra, que sabe querer, amar pero lo que mejor sabe hacer es endurecerse con cada herida que recibe.
No creo soportar tanto tiempo así, podría querer más o tal vez el tiempo me haga olvidar. No lo sé, sólo se que soñé con una casa llena de risa, con mis hijos, contigo y nuestros perros. Hoy sólo vivo en una casa vacía que ni siquiera es mía.
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