domingo, noviembre 01, 2009

De la mano con cada uno de mis hijos...



Hoy empezamos a emprender un nuevo viaje, un nuevo sendero se dibuja bajo nuestros pies y a mi lado van Sofía y Gabriel. Un sendero para tres que de a poco se llena de color, de tranquilidad y de amor, un sendero que se aleja del dolor de cuando caminabamos cuatro, pues estaba lleno de piedras que no querían salirse del camino.


Cada día mis bebés me regalan una sonrisa al despertar, amor y cariño, que cosa más linda, como disfruto cuando se descubren entre sí y cuando miran sus manitos, me miran y sonrien.


Antes brillaba con luz propia hasta que te conocí, me robaste la expresión de sonrisa de mi cara, la tranquilidad y mi luz, esa que encantaba a todo el mundo, pero dos personitas llegaron a mi mundo para devolverme esa luz y mi brillo en los ojos, esas personitas son lo mejor que me ha pasado en mi vida y por lo que siempre estaré luchando, en las buenas y en las malas, en vacas gordas y vacas flacas, son mi razón de existir y ningún pelotudo va a venir a decirme que no soy una buena madre, pues desde que se gestaron en mi los amé, los cuidé y los protegí como nadie más podrá hacerlo.


Voy a ser una super mamá, de hecho ya lo soy para atender a dos bebés y que gratificante es cuando te miran a la cara y te regalan una sonrisa, y con sus ojitos te dicen cuanto te aman aunque aun no sean capaz de decir palabra alguna. Son mis amores y por quienes estoy dispuesta a luchar eternamente para sacar adelante.


Puede que hayan heredado los colores y matices físicos de su padre, pero de su madre heredaran los valores de familia, de responsabilidad y de empatía que su padre no tiene, no heredaran ni el desorden ni la falta de responsabilidades de su padre ni de su hermana, no serán igual que esa niña que no sabe hacer nada ni serán como su padre que solo se preocupa de él.


Serán las mejores personas que la gente pueda imaginar, empaticos, serviciales y de buen corazón, esas cosas que me hicieron llegar muy lejos y que por ahora había olvidado por vivir una vida ajena... esa vida ajena que hoy dejo para siempre.


Nos puede faltar dinero, pero no nos faltará amor de familia.


Sofía y Gabriel, los amo como nunca amé a nadie en el mundo.