He decidido no escribir más acá, he decidido no hacer descargos ni arrbatos más acá pues hiero a otras personas, a las cuales intencionalmente quiero herir escribiendo con rabia en el momento y la verdad es que no es sano ni para mi ni para las otras personas.
Por mucho tiempo esté fue mi rincón del desahogo, quien me leyó tristezas y momentos felices, pero ahora llegó el momento de no escribir más en este pequeñito lugar, que durante 5 años me ayudó a retratar pasajes de mi vida.
Tal vez hubiese sido más enriquecedor escribir también los momentos difíciles, para recordarlos y reirme y no solo llorar cuando vuelva a leer todo lo qeu escribí acá. Muchos comentemos el error de registrar momentos dolorosos y dejar al olvido momentos felices.
Al menos tengo en mi memoria recuerdos como algunas cabalgatas en Algarrobo, paseos en la playa de Loanco, noches compartiendo cervezas y algún ron de vez en cuando, los momentos más felices de mi embarazo, cuando me regalaron flores, cuando saliamos a algún lugar y lo pasabamos bien.
FAltó escribir momentos como el nacimiento de Sofía y Gabriel, o las tardes agradables en las cuales solo nos dedicabamos a estar acostados viendo tele sin hacer nada más todo el fin de semana, compartir una película y de vez en cuando pedir comida a domicilio.
Me faltó escribir sobre otros momentos tristes también, que lo más seguro para otros hayan estado en el olvido de manera inmediata.
Me faltó escribir que me enamoré, que sentí, que lloré, que mi ultima relación de pareja ha sido la más difícil, que me quedé a su lado incondicionalmente y cuando yo necesité lo mismo me dieron la espalda.
Me faltó escribir los días de paseo con mi perro, el viaje a la playa con ellos, la noche durmiendo en el auto a orillas del mar y la vez que bomberos tuvieron que ir a rescatarnos a la playa.
Fuiste un gran rincón, pero llegó la hora de decir adiós.
EOF....
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