Me inquieta pensar que pudimos ser muy felices, sólo faltaba poner más ganas... o más bien dicho poner más "amor".
Reconozco que me faltó mucho amor y aprendí a agredir también, pero eso a quedado ya en el pasado.
Te amo, te extraño y a la vez te perdono.
Tú quieres morir y yo vivir, somos incompatibles.
Compartimos buenos momentos, pero tu inmadurez y poco crecimiento causó grietas enormes y nos distanció.
No quieres sanar, ni por ti ni por mi ni por tus hijos, nosotros queremos ser felices y aunque te amemos la felicidad jamás la encontraremos a tu lado. Viviremos en paz, pero te perdonamos, te perdonamos por no saber vivir.
En esta vida nos volvimos a juntar, hasta un maestro te dió un mensaje y la vida la oportunidad única de formar otra familia, te quito un brazo pero te regaló dos hijos. Fuiste ingrato con la vida, fuiste egoísta y con falta de amor siempre pensaste en tí.
Haz perdido la conexión con tu yo interno, espiritualmente hablando ya no lo escuchas, te gritó, te golpeó pero dejaste de escucharlo, tu yo ego es sólo quien te habla ahora.
En esta vida ya no hay otra oportunidad para ti, para nosotros, para nuestro amor. Tal vez en otra vida nos volvamos a encontrar.
Te amo y te amé, también te perdoné. Adiós amor, para siempre.
