fantasma...

Cada día más me convenzo de la mala elección que hice en elegirte como el padre de mis hijos, ellos tal vez hubiesen llegado igual, pues el alma es eterna y única, sólo habría cambiado su aspecto nada más, por una cosa de herencia de genes, pero serían ellos igual, ellos dos que vienen a enseárme y enseñarnos a amar, pero tú egoístamente los abandonaste, aunque digas que no, estás ausente, olvidado, lejos, cero contacto, eso no es amor de padre, eso es egoísmo puro, el peor de los egoístas, mis pollitos no te merecen de padre ni ellos merecen las migajas que le darás durante su vida...

Ahora sólo de mi depende sus vidas, su crecimiento, su formación, su autenticidad, educación y sobre todo ser mejores personas....

No te preocupes, sola puedo hacerlo sola, puedo hacerlo mucho mejor que contigo al lado, te lo aseguro.